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Como Dejar un Mal Hábito (y Remplazarlo con Uno Bueno)

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Los malos hábitos interrumpen tu vida y te impiden alcanzar tus objetivos. Estos ponen en riesgo tu salud  —tanto la mental como la física. Además te hacen desperdiciar tiempo y energía.

¿Entonces porqué los seguimos haciendo? Y más importante ¿hay algo que puedas hacer al respecto?

Anteriormente escribí sobre la ciencia de cómo comienzan los hábitos así que ahora me concentraré en la práctica de hacer cambios en la vida real. ¿Cómo se pueden borrar los malos hábitos y tener hábitos buenos en su lugar?

Ciertamente yo no tengo todas las respuestas pero si continuas leyendo te compartiré lo que he aprendido acerca de cómo dejar un mal hábito.

¿Qué causa los malos hábitos?

La mayoría de los malos hábitos son causados por dos cosas…

Estrés y aburrimiento.

La mayoría del tiempo los malos hábitos son simples maneras de manejar el estrés y el aburrimiento. Todo, desde morderte las uñas, comprar compulsivamente, beber todos los fines de semana y hasta perder el tiempo en internet pueden ser simples respuestas al estrés y al aburrimiento.

Pero no tiene que ser de esta manera. Puedes enseñarte a ti mismo nuevas formas más saludables de manejar el estrés y el aburrimiento con las cuales puedes sustituir tus malos hábitos.

Por supuesto que algunas veces el estrés y el aburrimiento aparentes son en realidad causados por problemas más profundos. Estos problemas pueden ser difíciles de aceptar y pensar pero si te comprometes a cambiar entonces tienes que ser honesto contigo mismo.

¿Existen ciertas creencias o razones detrás de tus malos hábitos? ¿Existe algo más profundo —un miedo, un acontecimiento o una creencia limitante— que esté causando que te aferres a algo que es malo para ti?

Reconocer las causas de tus malos hábitos es crucial para poder vencerlos.

No se elimina un mal hábito, se remplaza.

Cualquier hábito que tengas en este momento —sea bueno o malo— está en tu vida por alguna razón. De alguna manera estos comportamientos te dan un beneficio incluso si son malos para ti en otros aspectos.

Algunas veces el beneficio es biológico como en el caso de fumar o consumir drogas. Algunas veces es emocional como cuando te aferras a una relación que es dañina para ti.  Y en muchos casos tus malos hábitos son simples maneras de enfrentar el estrés. Por ejemplo: morderte las uñas, jalarte el cabello, agitar el pie o apretar mucho los dientes.

Estos “beneficios” o razones también se extienden a los malos hábitos más pequeños.

Por ejemplo: abrir tu correo electrónico tan pronto como prendes tu computadora puede hacerte sentir conectado, aunque al mismo tiempo revisar tu correo destruye tu productividad y divide tu atención abrumándote con más estrés. Sin embargo, evita que te sientas “desconectado”… por lo que lo vuelves a hacer.

Como los malos hábitos le dan a tu vida cierto tipo de beneficio es muy difícil simplemente eliminarlos. (Por esta razón el consejo simplista de “sólo deja de hacerlo” pocas veces funciona).

En lugar de esto lo que tú necesitas es remplazar el mal hábito con un hábito nuevo que te de un beneficio similar.

Por ejemplo: si eres de los que fuma cuando se estresa entonces es un mal plan el “sólo dejar de fumar” cuando esto te pase. En su lugar debes ingeniar una manera diferente de afrontar el estrés e insertar este nuevo comportamiento que remplace el fumarte un cigarro.

En otras palabras: los malos hábitos satisfacen ciertas necesidades de tu vida y por esa razón es mejor remplazarlos con un comportamiento más saludable que satisfaga la misma necesidad. Si esperas simplemente dejar los malos hábitos sin remplazarlos entonces vas a tener necesidades insatisfechas por lo que será difícil que dures mucho tiempo bajo una rutina de “sólo no lo hagas”.

Cómo Dejar un Mal Hábito

Aquí hay otras ideas para dejar tus malos hábitos y pensar en el proceso de una manera diferente.

Escoge un sustituto para tu mal hábito. Tienes que tener un plan adelantado sobre cómo vas a responder al estrés o aburrimiento que motivan tu mal hábito. ¿Qué vas a hacer cuando te de la urgencia de fumar? (Ejemplo: ejercicios de respiración en su lugar). ¿Qué vas a hacer cuando Facebook te invite a perder el tiempo? (Ejemplo: escribir una oración de tu trabajo). Sea lo que sea con lo que estés lidiando debes de tener un plan de qué vas a hacer en lugar de tu mal hábito.

Elimina tantos detonantes como sea posible. Si fumas cuando bebes entonces no salgas a un bar. Si comes galletas cuando estás en casa entonces tíralas a la basura. Si la primera cosa que haces cuando te sientas en el sillón es agarrar el control remoto entonces esconde el control remoto en algún mueble en una habitación diferente. Vuelve fácil para ti el dejar tus malos hábitos evitando las cosas que las causan.

En este momento el ambiente en el que estás facilita seguir con tus malos hábitos y dificulta los buenos. Cambia tu ambiente y podrás cambiar los resultados.

Une fuerzas con alguien más. ¿Qué tan seguido intentas hacer dieta en privado? O tal vez “dejas de fumar” pero ¿lo mantienes en secreto? (Así nadie te verá fracasar ¿verdad?).

En lugar de esto haz pareja con alguien más e inténtenlo juntos. Así ambos pueden hacerse responsables y celebrar sus victorias juntos. Saber que alguien más espera lo mejor de ti es una motivación muy poderosa.

Rodéate de gente que viva de la forma en que tú quieres vivir. No necesitas abandonar a tus viejos amigos pero no subestimes el poder de encontrar amigos nuevos. Si no sabes por dónde empezar entonces únete a una Superhuman Meetup.

Visualízate teniendo éxito. Imagínate tirando tus cigarros, comprando comida saludable o despertándote temprano. Sea el que sea el mal hábito que intentas dejar imagínate venciéndolo, sonriendo y disfrutando de tu éxito. Visualízate construyendo una nueva identidad.

No necesitas ser alguien más, sólo necesitas regresar a ser tu antiguo yo. Muy a menudo solemos pensar que para dejar un mal hábito necesitamos convertirnos totalmente en una nueva persona. La verdad es que dentro de ti ya tienes a alguien sin malos hábitos. De hecho es muy poco probable que hayas tenido esos malos hábitos durante toda tu vida. No necesitas dejar de fumar, sólo necesitar volver a ser un no-fumador. No necesitas transformarte en una persona saludable, sólo necesitas regresar a ser saludable. Incluso si fue hace muchos años tú ya has vivido antes sin esos malos hábitos lo que significa que definitivamente puedes volver a hacerlo.

Utiliza la palabra “pero” para superar los pensamientos negativos sobre ti mismo. Una cosa acerca de luchar contra los malos hábitos es que es fácil juzgarte a ti mismo por no hacerlo mejor. Cada vez que te equivocas o cometes un error es muy fácil decirte a ti mismo lo malo que eres.

Cada vez que esto pase termina la oración con un “pero”…

  • “Soy gordo y estoy fuera de forma, pero puedo estar en forma dentro de algunos meses”
  • “Soy un tonto y nadie me respeta, pero estoy trabajando para desarrollar una habilidad valiosa”
  • “Soy un fracaso, pero todos fallamos algunas veces”

Planea el fracaso. Todos nos equivocamos de vez en cuando.

Como mi muchacho Steve Kamb solía decir, “Cuando metes la pata, te saltas un entrenamiento, comes comida que no es buena o te quedas dormido no te vuelves una mala persona. Te vuelve humano. Bienvenido al club.”

Así que en lugar de castigarte por cometer un error contémplalo en tus planes. Todos nos desviamos del camino, lo que separa a los mejores de los demás es que ellos regresan a la pista muy rápido. Para una estrategia útil que te puede ayudar a reponerte después de que cometes un error lee este artículo.

Qué hacer ahora

Si estás buscando el primer paso para dejar tus malos hábitos te sugiero empezar con la conciencia.

Es fácil engañarse respecto a cómo te sientes respecto a tus malos hábitos. Puedes hacerte sentir culpable o soñar en cómo desearías que fueran las cosas… pero estos pensamientos te mantienen alejado acerca de lo que realmente pasa.

En lugar de esto es la conciencia la que te enseña cómo hacer un cambio real.

¿Cuándo sucede tu mal hábito realmente? ¿Cuántas veces al día lo haces? ¿Dónde estás cuando lo haces? ¿Con quién estás? ¿Qué detona este comportamiento y causa su inicio?

El simple hecho de registrar estas cosas te hará más conciente de este comportamiento y te dará docenas de ideas para detenerlo.

Aquí hay una manera simple de empezar. Toma un pedazo de papel y una pluma. Cada vez que hagas el mal hábito anótalo en el papel. Al final del día cuenta lo que anotaste y ve cuál es el total.

En el inicio tu objetivo no debe ser juzgarte a ti mismo o sentirte culpable por estar haciendo algo poco sano o improductivo. El único objetivo es estar conciente de cuándo sucede y qué tan seguido pasa. Ocupa tu mente en el problema estando conciente de él. Después puedes empezar a implementar las ideas de este artículo y dejar tu mal hábito.

Dejar un mal hábito requiere tiempo y esfuerzo, pero sobre todo requiere perseverancia. La mayoría de la gente que logra dejar sus malos hábitos lo intenta y falla muchas veces antes de que puedan conseguirlo. Puede que no tengas éxito de inmediato pero eso no significa que no puedas lograrlo.

Gritos:
1. Dale click para ver a Leo Babauta hablando sobre cómo el estrés y el aburrimiento impulsando los malos hábitos.
2.  Dale click para ver a Scott Young compartiendo la gran idea acerca de usar la palabra “pero” para superar la retro-alimentación negativa.

Este artículo es una traducción al español de How to Break a Bad Habit (and Replace It With a Good One) de James Clear en JamesClear.com .

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